Cuando un Tier 1 del Bajío debe entregar sus productos a tiempo a una OEM en las Carolinas del Sur y del Norte, necesita un freight forwarder experto a su lado.

La filosofía justo a tiempo (just-in-time) es un sistema de producción industrial desarrollado por la Toyota, en Japón, en los años 1980. Su principal característica es la búsqueda por eficiencia en costos por la eliminación de existencias y de actividades que no agreguen valor al producto.

Así, cada vez que se necesita un insumo, el equipo de logística debe garantizar que llegará a la línea de producción justo a tiempo de su uso para completar un proceso.

Si, por un lado, el just-in-time permite más flexibilidad en la elaboración de un producto y menos pérdidas con partes que se pueden volver obsoletas durante el transporte, por otro exige un nivel altísimo de confianza de la empresa con sus proveedores, además de la excelencia en los procesos logísticos, para evitar los paros en la línea de producción.

Tier 1 high-tech bajo presión

Ganar la competencia para volverse proveedor de uno de los mayores fabricantes de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés) en el sector high-tech de electrodomésticos es una grande satisfacción y una enorme responsabilidad para una empresa Tier 1.

Nuestro cliente en la historia de hoy es una empresa que manufactura piezas de aluminio y de plástico para electrodomésticos. Trabaja directamente con las dos mayores OEM mundiales del sector.

A lo largo de dos meses, necesitó entregar con urgencia molduras para lavadoras, directamente de su línea de producción a la de su cliente OEM, que trabaja en sistema just-in-time y no puede tener paros.

El proyecto logístico de carga crítica se inició con un movimiento de hand carry de cuatro cajas, con un aproximado de 100cm lineales y pesando 10kg, cada una.

Se planeó la logística con una ruta saliendo del Aeropuerto del Bajío (BJX) con llegada a Charlotte (CLT), en Carolina del Norte. El material fue entregado exactamente dentro del tiempo establecido por el cliente.

Fue un desafío.

Las solicitudes se volvían más retadoras. Uno de los movimientos nos pedía transporte para 50 cajas.

En los dos meses, transportamos 250 cajas, con el trabajo arduo de 48 couriers altamente capacitados.

En situaciones normales, las salidas se daban principalmente por los aeropuertos del Bajío (BJX) y Querétaro (QRO), siempre llegando a Greenville (GSP) y CLT.

Sin embargo, cuando un vuelo de pasajeros presenta algún problema de itinerario, se hace necesario tener un equipo dando seguimiento 24/7 por todo el camino, capaz de solucionar cualquier adversidad para que ninguno de los stakeholders enfrente paros de línea.

Satisfecho con nuestro servicio, nos volvimos el freight forwarder de confianza de la empresa de la historia de hoy y pasamos a realizar movimientos constantes y cada vez con más volumen para transportar.

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